TIPOS DE VENTILACIÓN EN EDIFICIOS

La finalidad de la ventilación es la de asegurar las condiciones higiénicas del aire interior, el confort térmico a los usuarios y evitar patologías en los edificios. Cada país aplica su normativa en esta cuestión y admite diferentes tipos de ventilación en edificios, siempre y cuando se cumplan las exigencias relativas a la calidad del aire interior.

Ventilación natural

Antiguamente las construcciones no contaban con sistemas activos de ventilación, por lo que la manera tradicional de renovar el aire era de forma natural abriendo las ventanas. Todavía se sigue haciendo en muchos de los hogares, normalmente por las mañanas, cuando el aire en el exterior es más fresco y cuando el aire interior está más cargado. Igualmente, la hermeticidad en los edificios apenas se trabajaba por lo que existían infiltraciones de aire incontroladas, que también favorecía este hecho.

Antes de la aplicación del Código Técnico de la Edificación (CTE), estaba permitido el uso de la ventilación natural, pero a día de hoy las normativas españolas la han dejado a un lado, tanto en viviendas como en edificios terciarios. La ventilación a través de las ventanas no está controlada y sucede «sin querer», por lo que no se asegura la calidad del aire ni los caudales mínimos exigidos. Tampoco favorece la eficiencia energética ni el ahorro, ya que a través de las infiltraciones o simplemente abriendo las ventanas, se desajusta la temperatura interior, teniendo que equilibrarlo posteriormente con mayor cantidad de energía para calefacción o refrigeración.

Actualmente los sistemas de ventilación natural van más allá de la ventilación natural cruzada e incluyen la ventilación natural inducida, el efecto chimenea o enfriamiento por evaporación, que a pesar de no estar muy extendidos en España, en otros países existen numerosos proyectos en los que si resultan altamente eficaces.

Aun así, un sistema de este tipo requiere un diseño muy estudiado para que sea factible, ya que en ocasiones el viento es muy débil o el entorno reduce su efecto. Por otro lado las condiciones del aire exterior, como la temperatura, la humedad relativa y la pureza no son siempre las más adecuadas.

Ventilación mecánica e híbrida

El sistema de ventilación mecánica se considera la mejor solución para cumplir las exigencias del CTE DB HS3 (edificios residenciales) y del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios para edificios terciarios), ya que asegura un flujo continuo de aire y cierto grado de filtración, dentro de unos parámetros de humedad relativa.

Existen diferentes tipos, dependiendo si la entrada de aire,  la extracción de aire o ambas se producen de forma mecánica.

La ventilación híbrida es otra de las posibilidades que se recogen en el CTE DB HS3 para ventilar edificios residenciales. Se encuentra en un punto intermedio entre la ventilación mecánica y la ventilación natural, ya que puede funcionar en régimen de ventilación natural, si las condiciones meteorológicas son favorables y o en régimen de ventilación mecánica, si no lo son.  El inconveniente que presenta este sistema, es que previamente a su instalación es necesario realizar un estudio meteorológico para garantizar su correcto funcionamiento en régimen natural.

Ventilación mecánica controlada con recuperador de calor

Se trata de uno de los sistemas más avanzados del mercado que puede utilizarse tanto en un edificio industrial, terciario o residencial. ¿Qué ofrece este sistema?, a diferencia de otros, aúna 3 requisitos fundamentales como son una perfecta calidad del aire, alto nivel de confort interior y sobre todo un gran ahorro energético. Esto es posible gracias al  recuperador de calor, que permite recuperar parte de la energía del aire de expulsión y aportarlo al aire de impulsión, con lo cual, estamos utilizando la energía que consume el edificio para climatizar el aire en su interior.

Este tipo de ventilación es de vital importancia en edificios con un excelente nivel de hermeticidad de la envolvente. A día de hoy, el CTE no recoge ninguna exigencia en cuanto a hermeticidad de los edificios ni tampoco en cuanto a la instalación de ventilación con recuperación de calor. El único caso en el que es obligatorio es en edificios terciarios cuando el caudal de aire expulsado supere una cantidad establecida (0,5 m3/s), condición recogida en el RITE.

Conclusiones

Está claro que hacer uso de un recurso natural como el viento es el sistema más barato y renovable, por ello, la ventilación natural se considera una medida pasiva, la cual no tiene consumo energético. Sin embargo, en nuestra normativa española actual, no se contempla esta posibilidad, teniendo que solucionar la ventilación mediante sistemas mecánicos o híbridos.

No obstante, y aunque ha habido cambios en los documentos de ahorro energético y salubridad del CTE, así como en el RITE, ambos distan mucho del objetivo que marca la Unión Europea en materia de eficiencia energética. Cumplir con los requerimientos de los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN), exige que se utilicen sistemas de ventilación mucho más eficientes.