Paee Construcción Passivhaus-ECCN estuvo durante el día de ayer participando de forma activa en REBUILD 2018. Una de las actividades previstas y que causó expectación fue la visita guiada a la «Casa Pasiva». Esta casa a escala real fue promovida por el Consorcio Passivhaus para que los asistentes puedan conocer los principios básicos del estándar y sentir lo que es estar dentro de una Passivhaus.
Durante estas visitas los asistentes han mostrado gran interés por las características y ventajas que ofrece este estándar de construcción, para muchos ya conocido pero para otro algo novedoso. Con esta iniciativa lo que se pretende es acercar el concepto ECCN al usuario final, ya que si no se conoce no puede haber demanda.
Según un estudio realizado por Passivhaus Consultores, en Cataluña aproximadamente un 56% de los usuarios han oído hablar de los edificios de consumo casi nulo, mientras que un 44% ni siquiera lo han escuchado. Este porcentaje de respuestas negativas se incrementa cuando hablamos del estándar Passivhaus. Propuestas como estas son clave en la labor de difusión y divulgación de entidades como el Consorcio Passivhaus.
Por la tarde tuvo lugar la mesa redonda “ECCN abordable económicamente para todos. Los costes de la construcción pasiva” en la que participaron Guillermo Hornero Bouzas de Paee Construcción Passivhaus-ECCN, Fabián Morales de Rockwool, Eloi Tarrés de EvoWall Technology, Oscar del Río de Knauf Insulation y Koldo Monreal de Onhaus como moderador.
Durante el debate los participantes dieron su opinión basada en años de experiencia dentro del sector, y según todos ellos, actualmente construir Passivhaus no es más caro.
¿Tenemos claro lo que significa la palabra coste?. Parece que no, ya que la tendencia del público en general es comparar un edificio Passivhaus con un edificio Código Técnico de la Edificación. Podemos decir que vale más dinero, pero no es más caro porque el valor de lo que se está ofreciendo es superior. La construcción Passivhaus es un producto que brinda unas prestaciones en cuanto a confort, salud y calidad del aire a las personas que los edificios convencionales no son capaces de alcanzar.
Se hizo referencia a un símil muy recurrente para entender mejor este concepto, y fue relacionarlo con la industria del automóvil. Hoy en día, nadie se compraría un coche de hace 20 años, es más, ahora pedimos a los vehículos prestaciones diferentes como elevalunas eléctricos, sistema de frenos ABS, aire acondicionado, etc., entonces, ¿proporcionalmente son más caros?. La conclusión es que no estamos haciendo bien las comparaciones y que además vivimos en edificios que dentro de dos años quedarán obsoletos.
El usuario final que no exige viviendas de altas prestaciones porque desconoce la existencia de los ECCN o Passivhaus. Pero una vez conocido, nadie se planteará vivir en una casa donde el gasto energético es 9 veces superior, hace frío o calor, hay olores, humedades o escucha ruidos.
