COMPRAR UNA CASA PASIVA

En el momento de comprar una casa pasiva, hay algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta como: presupuesto con el que contamos, financiación, la zona, el tipo de vivienda, etc., ya que probablemente estemos hablando de una de las decisiones más importantes de nuestra vida. Sin embargo, el indicador fundamental por el que deberíamos guiarnos es el estándar de construcción.

Mejora tu vivienda, mejora tu vida

Las casas pasivas siguen siendo desconocidas para muchos, así como las ventajas que ofrecen al usuario, pero lo que sí es sabido es que nuestra calidad de vida está, entre otras cosas, relacionada con el tipo de vivienda donde residimos. Si decidimos comprar una casa, será siempre pensando en que queremos mejorar nuestra calidad de vida, todos queremos vivir en un lugar confortable, sano, en el que sentirnos bien y que además, no nos cueste una fortuna.

Una casa pasiva aúna todos estos requisitos. En primer lugar nos libra de tener que pagar la hipoteca energética, que sumada a la hipoteca inmobiliaria supone un gran esfuerzo para la economía de muchos hogares. En segundo lugar, ofrece un confort térmico sin necesidad de aporte energético en cualquier estación del año, un confort acústico gracias a su construcción hermética y por último, una altísima calidad del aire interior, libre de gases tóxicos y agentes nocivos para la salud.

Razones por las que comprar y vivir en una casa pasiva

Una casa pasiva ofrece unas prestaciones que la diferencian notablemente de cualquier otro tipo de casa y que la convierten en una vivienda de “alto standing”.

  • Confort = Bienestar

Debería ser la razón principal por la que elegir una casa pasiva. La combinación de una construcción hermética, un superaislamiento, la supresión de puentes térmicos y un sistema de ventilación con recuperación de calor,  logran que se mantenga una temperatura y humedad interior constante 365 días al año, sin necesidad de calefacción o refrigeración.

La cantidad de energía necesaria para la climatización de una Passivhaus es tan pequeña que una habitación de 20 m2 puede calentarse tan solo 10 velas o el calor corporal de 4 personas, incluso en pleno invierno.

  • Salud = Calidad de vida

Una ventilación inadecuada y la propia contaminación interior que se genera en ambientes cerrados, tienen graves efectos sobre la salud. En una casa pasiva, el equipo de ventilación con recuperación de calor proporciona aire fresco e higiénico constantemente.

  • Menos energía = Más ahorro

Construir bajo el estándar Passivhaus reduce el consumo energético hasta un 90 % respecto a un edificio existente y hasta un 75% respecto a un edificio construido según normativa actual, lo que se traduce en un importante ahorro en las facturas energéticas.

Un casa pasiva usa menos de 1,5 l de petróleo o 1,5 m3 de gas para calentar un metro cuadrado de espacio habitable durante un año, en comparación con una construcción nueva convencional que requiere de 6 a 10 o incluso más litros de combustible por año y metro cuadrado de espacio habitable, dependiendo de la calidad y ubicación del edificio.

  • Sostenible = Ayuda al medio ambiente

La ausencia de sistemas activos de calefacción se traduce en reducción de emisiones de CO2 a la atmosfera, con lo que estamos contribuyendo a frenar el calentamiento global.

  • Sencillez = Éxito

El secreto de  Passivhaus es su sencillez en el diseño, uso y mantenimiento. No necesita de la más alta tecnología, ni mucho menos, simplemente esta mejor construida.

Conclusiones

En conclusión, al comprar una casa pasiva estarás inviertiendo en una casa eficiente energéticamente, confortable y saludable, requisitos indispensables para gozar de buena salud y tener calidad de vida en el hogar.