CALEFACCIÓN EN EDIFICIOS PASSIVHAUS

Entre los que no están muy familiarizados con el estándar Passivhaus o que apenas conocen como funciona, es habitual escuchar la pregunta: ¿hay calefacción en edificios o en viviendas Passivhaus?

En este post vamos a intentar dar respuesta a ello y resolver cualquier duda al respecto, para entender cómo es posible habitar un espacio con un altísimo grado de confort sin utilizar una caldera o un sistema de aire acondicionado.

¿Cómo funciona un edificio Passivhaus?

Básicamente en un edificio Passivhaus se utilizan estrategias de diseño pasivo y una excelente envolvente que trabajan de forma conjunta para mejorar la eficiencia energética de éste.

Normalmente su fachada principal tiene orientación sur, lo que les permite aprovechar al máximo la radiación solar en invierno, mientras que en verano, su diseño bioclimático, protege el interior de los rayos en las horas centrales del día, evitando así el sobrecalentamiento. En el caso de un edificio rehabilitado bajo el estándar Passivhaus,  la ubicación y orientación no será algo que podamos elegir, por lo que la limitación de demanda energética será menos exigente que para un edificio de obra nueva, aunque el funcionamiento seguirá siendo el mismo.

La finalidad es que el edificio conserve la energía, no solo de la radiación que entra a través de los huecos acristalados, sino también de las propias ganancias internas que aportan los ocupantes, los equipos eléctricos, los electrodomésticos, etc. La estrategia de diseño para conseguirlo consiste en «envolver» al edificio. De esta forma estará funcionando igual que un termo, es decir, mantiene el contenido interior caliente (o frío) gracias a una envolvente de calidad, sin necesidad de energía activa (de estar conectado a la corriente). En un edificio la envolvente está formada por fachadas, suelo y cubierta que serán protegidos con un buen aislamientoventanas de altas prestaciones y una capa hermética.

Con esto se consigue que la demanda energética para calefacción (y refrigeración) sea tan baja, que con una batería de postratamiento del aire en el sistema de ventilación con recuperación de calor sería posible mantener unas buenas condiciones de confort.  No obstante, no se garantiza que el momentos puntuales durante picos de frío o calor, esta solución fuese suficiente.

¿Cuánta energía se necesita en los edificios Passivhaus?

La esencia del estándar Passivhaus consiste en reducir el consumo de energía sin renunciar al confort y a las necesidades básicas de los usuarios. La reducción del consumo está condicionada por la demanda energética del edificio, la cual es tan baja, que con un sistemas de calefacción activo de poca potencia es suficiente para cubrir esa necesidad.

Para entender de qué estamos hablando, el claro ejemplo es que en cualquier edificio Passivhaus es posible calentar una habitación de 20 m² con 10 velas o el calor corporal de 4 personas, incluso en pleno invierno. Estos edificios usan menos de 1,5 l de gasóleo o 1,5 m³ de gas para calentar 1 m² de espacio habitable durante un año, bastante menos que los edificios de construcción convencional que todavía requieren entre 6 y 10 l (o incluso más) de gasóleo por año y metro cuadrado de espacio habitable, dependiendo de la calidad y ubicación del edificio.

Este concepto no solo es aplicable a climas fríos, sino que también se han demostrado grandes ahorros de energía en climas cálidos donde los edificios convencionales requieren enfriamiento activo.

¿Cuál es el objetivo de simplificar el sistema de calefacción?

No tener que «enchufar» la calefacción a todas horas en invierno y el consiguiente ahorro en las facturas, será una de las razones por la que muchos decidan invertir en un edificio o vivienda Passivhaus. Sin embargo, este estándar no solo beneficia nuestra economía, sino que tiene un impacto positivo sobre el medio ambiente, la salud y la calidad de vida de los ciudadanos. Con edificios Passivhaus ganamos todos.

Conclusiones

En cualquier edificio, es necesario un aporte de energía para conseguir un ambiente interior confortable, ahora bien, existen formas alternativas de obtenerla y de sacarle el máximo rendimiento. Estamos acostumbrados a depender solo de sistemas activos, tanto en invierno (calderas, bombas de calor, etc) como en verano (aire acondicionado) para alcanzar ese confort térmico. Sin embargo aplicando los principios básicos, técnicas y soluciones constructivas propias del estándar Passivhaus, estos sistemas se reducen enormemente ya que la energía se usa de forma más inteligente y eficiente.